En armonía con el plan de Dios
Podemos tomar decisiones sabias, si estamos dispuestos a escuchar a Dios y obedecerlo.
Al enfrentar alguna decisión importante en la vida, debemos hacernos tres preguntas:
¿Qué, cuándo y cómo?
A menudo dejamos fuera una de esas, y al hacerlo, cometemos un error.
El pasaje de hoy habla de cometer un error, y Moisés es un ejemplo perfecto de ello.
Éxodo 11: "En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos, y los vio en sus duras tareas, y observó a un egipcio que golpeaba a uno de los hebreos, sus hermanos. Entonces miró a todas partes, y viendo que no parecía nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. “
Por una decisión equivocada, precipitada, termina expulsado no solo de su posición, sino de su propia tierra. Así que la consecuencia fue que lo perdió todo; terminó siendo pastor de ovejas al otro lado del desierto.
Todos hemos tomado decisiones equivocadas, porque no nos detuvimos a preguntar por qué, ni cuándo, ni qué hacer.
Deseo que veamos esto: ¿Cómo Moisés se adelantó a Dios? ¿Cómo lo hizo?
Se enfocó en un suceso en lugar del panorama completo.
¿Cuál fue el suceso?
Una pelea entre un egipcio y un hebreo, ese fue el suceso.
Pero el panorama completo era que Dios tenía algo maravilloso en mente. Cuarenta años más tarde Dios liberaría a todos los hebreos.
Entonces le pregunto: ¿Se enfoca usted en sucesos o considera cuáles serán las consecuencias de cierta decisión, cualquiera que sea?
Ninguno de nosotros puede tomar decisiones sabias continuamente, vivir como agrada a Dios, andar en santidad ante Dios, con la Biblia cerrada.
También Moisés se guió por su razonamiento en lugar de escuchar a Dios.
Muchas veces nos guiamos por nuestra lógica, vemos situaciones y pensamos: "Creo que debo hacer esto". Pero ¿qué piensa Dios que debemos hacer?
No hay decisión que tomemos en la cual Dios le dé la espalda por completo y diga: "Tómala tú". Él siempre está allí para ayudarnos.
Y en tercer lugar Moisés actuó por impulso en lugar de buscar lo que Dios quería que hiciera.
Dios no quiere que tomemos ninguna decisión que afecte nuestra vida entera y que la tomemos sin considerar la voluntad, el propósito y el plan de Dios.
Al mantenernos en armonía con el plan de Dios, Él suplirá todo lo que necesitemos, y nos dará instrucciones específicas.
Ninguno de nosotros puede tomar decisiones sabias continuamente, vivir como agrada a Dios, andar en santidad ante Dios, con la Biblia cerrada. No pasará.
Una de las mayores lecciones que podemos aprender son los caminos de Dios.
Y "¿Cómo se aprende eso?".
Al escoger obedecer a Dios y verlo actuar. Así aprendemos cómo opera Dios.
Escogemos obedecerlo, según lo que sabemos que es la obediencia, y lo vemos responder.
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