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David Jeremiah

¿Por qué no hubo lugar en el mesón?

David Jeremiah

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David Jeremiah predicando acerca del nacimiento de Jesús

En esa noche, cuando María dio a luz a el Hijo de Dios, por primera vez fue cuando la deidad invadió a la humanidad.

Todo se remonta a ese breve versículo de las escrituras “dio a luz a su hijo primogénito y lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre”, si ustedes piensan que lo que van a tener es una ocasión magnífica, amigos y amigas, permítanme decirles que ni siquiera se acerca la imponente ocasión que empezó todo esto, porque esa magnífica ocasión reunió a dos mundos que nunca antes se habían entrecruzado.

En esa noche, cuando María dio a luz a su primogénito que era el Hijo de Dios, por primera vez fue cuando la deidad invadió a la humanidad.
Colosenses 1:15 dice: “él es la imagen del Dios invisible.”
Colosenses 2:9 dice: “porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la deidad.”

Nunca antes en todos los anales de la historia Dios había visitado jamás de esta manera al hombre como para venir y nacer en carne humana y hacerse uno de nosotros. Nunca perdió su deidad, pero era Dios en carne. La noche cuando Jesús nació empezó esta celebración de la que todos gozamos en estos tiempos.

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Dios que es eterno, en ese día en particular determinó que un ser eterno quedará confinado al tiempo por unos cuantos años.
Es un pensamiento asombroso. La eternidad se hizo tiempo. Jesús que eternamente existe con el Padre escogió por unos cuantos años descender y quedar confinado a los límites del tiempo que nos presiona todos los días de nuestras vidas.
Jesús no empezó su existencia en Belén. Allí empezó su existencia en la humanidad.

La realeza invadió la pobreza. En ese día el Dios que había vivido en los confines ilimitados del cielo adornado en los mantos reales de la deidad para nacer como uno de nosotros en un pesebre.

¿Por qué no hubo lugar en el mesón?
El Señor de la creación escogió entrar calladamente a este mundo, fue por diseño celestial que él vino al mundo no en la comodidad relativa del mesón sino en el apestoso galpón de un agricultor.

Antes de salir en su viaje final Jesús un día les dijo a sus discípulos “Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.”
Jesús está preparando lugar para nosotros que no hayamos lugar para él.

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Él es el imponente Salvador de Navidad. Él nos pide a nosotros que escuchamos este relato y disfrutamos de la temporada todos los años si hallaremos lugar para él.
¿Tenemos lugar para él? ¿Tenemos lugar para aquel que dejó el cielo y todo lo que eso supone para venir a ser parte de nosotros?

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David Jeremiah

Las Decisiones Determinan el Destino

David Jeremiah

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David Jeremiah predicando acerca de las desiciones

Las decisiones que determinan nuestro destino son difíciles, no hay cosa tal como una decisión fácil cuando el destino está involucrado.

Lo que tenemos ante nosotros hoy es la historia de dos jóvenes que enfrentaron una decisión y cada una escogió. La elección que hicieron determinó su destino. Orfa desaparecería en el camino hacia Moab, Ruth se quedó junto a Noemí.

Examinemos en este mensaje con la biblia abierta las dinámicas de estas decisiones primero veremos a Orfa y la decisión que ella tomó.
Orfa es la que decidió separarse y regresar a Moab, leemos en Rut 1:14 dice:” Y ellas alzaron otra vez su voz y lloraron; y Orfa besó a su suegra, mas Rut se quedó con ella. Y Noemí dijo: He aquí tu cuñada se ha vuelto a su pueblo y a sus dioses; vuélvete tú tras ella.”

Cuando se hallaron en esa encrucijada y tuvieron que decidir entre regresar a Moab o seguir el camino a Belén, hubo varias cosas que intervinieron en esa decisión y que debemos saber.
Es evidente observar que Orfa pensó en sus parientes. Su decisión tenía que ver con sus parientes. La biblia dice que ella regreso a su pueblo.

Con cuánta frecuencia en nuestras decisiones sentimos el impacto de nuestros parientes y familiares muy a menudo para bien, pero a veces no tanto.
Una esposa, un esposo, un hermano o hermana, incluso los hijos o los padres a menudo son el factor influyente en las decisiones que tomamos. Si no estamos centrados en la biblia a menudo podemos equivocarnos al escoger debido a nuestra familia.

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Jesús constantemente les recordaba a los que le seguían que, si le iban a seguir debían resolver claramente su perspectiva respecto a sus propias familias.
Lo que Jesús dice es que a veces en su vida al tratar de tomar buenas decisiones tiene que escoger incluso, entre lo que su familia quiere y decidir si va a hacer lo que ellos quieren o lo que Dios quiere.

Su decisión tuvo que ver con su religión. La historia de Rut y Orfa es una parábola de la vida espiritual. Ambas llegaron frente a frente a la decisión entre sus dioses con minúscula y Dios con mayúscula.

Ella avanzó un paso más y dijo “tu Dios va a ser mi Dios” y eso le lleva al lugar de adoración. Los ídolos de Moab quedaron atrás.

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Las decisiones que determinan nuestro destino son difíciles, no hay cosa tal como una decisión fácil cuando el destino está involucrado. Algunos de ustedes todavía tienen que tomar la decisión de seguir a Jesucristo, si no han tomado esa decisión porque es difícil. Sí confían en Jesús como su salvador tendrán que darle la espalda a su Moab. La decisión que ustedes toman en este respecto va a determinar en dónde pasarán la eternidad, así que piénsenlo con todo cuidado tal vez no sea fácil, pero hay que tomarla.

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