Transiciones Procesos

El Pastor y Salmista Danilo Montero impartiendo una tremenda enseñanza acerca de los procesos que como hijos de Dios experimentamos y de como mantener la fe y la integridad en medio del proceso.

Al que Dios escoge, lo escoge para procesar. Para retos específicos Dios tiene entrenamientos específicos. Para momentos puntuales en la vida, Dios tiene procesos por los cuales te pasa primero. Cuando no logramos entender esto no podemos ver el sentido a los procesos.

Es muy probable que cosas que hemos vivido hasta hoy, retos que hemos enfrentado, tentaciones que tocaron a nuestra puerta, momentos de duda y lucha incluso desilusión, años de esperar algo, no son sin sentido porque dice la escritura que “a los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien”. Nada se escapa de Su propósito.

El rey David tuvo su proceso como hombre de Dios. Cuidando el rebaño de su padre adquirió, quizás sin saberlo, habilidades que luego necesitaría en el futuro. Enfrentando osos y leones logro ganar valentía. Estaba preparado para enfrentar retos aún mayores.

Nada de lo que hayamos vivido en el pasado ha sido en vano. Lo que en el pasado fue pequeño será nuestra herramienta para hacer frente a retos más grandes. No menosprecies los retos pequeños. No abortemos esos procesos de entrenamiento, no los desestimemos. Todos nosotros tenemos osos y leones que vencer.

Todos necesitamos vivir ese proceso de cómo vencer osos y leones. No veamos como poca cosa lo que Dios nos trae a la mano hoy hacer. Lo que hoy es poca cosa ante los hombres es grande a los ojos de Dios. El Señor no mira los números como nosotros lo miramos. Dios mira la grandeza del corazón que sabe cuidar lo que no es suyo y lo hace bien como si fuera suyo.

También David fue entrenado en la soledad con el Señor. Allí aprendió como adorarle y encontrarse con su Dios. Nada sucede por casualidad. No se puede fabricar una comunión con Dios. Requiere de un proceso y de pasar tiempo con nuestro Dios.

David necesitaría de esa comunión para poder ministrar al rey Saúl.

En nuestro proceso, como a David, seguramente debamos servir a personas difíciles. Servir a personas que no admiramos ni respetamos es algo muy difícil. Hay procesos misteriosos de Dios cuando me pone a servir no donde yo quisiera, no con mi amigo, no con la persona que entiende cual es mi don.
Lo que vale en el reino de Dios es la grandeza del que sirve.

También David experimento el proceso del rechazo.
David vive como un fugitivo tras ser perseguido por Saúl.
El rechazo revela donde esta nuestro propio corazón. El proceso de David nos inspira a mantener nuestra integridad y fidelidad al Señor, aún en medio de nuestro proceso.