Una iglesia conforme al corazón de Dios


Si anhelamos una iglesia conforme al corazón de Dios, nuestra prioridad debe ser la presencia del Señor.




En Hechos capítulo 13:22 el Señor dijo: “he encontrado en David un hombre conforme a mi corazón, él realizará todo lo que yo quiero.”

Eso mismo es lo que quisiera que Dios dijera acerca de mí, “he encontrado en un hombre conforme a mi corazón”, pero también es lo que yo quisiera que Dios dijera de la iglesia.

¿Qué hizo David para ser un hombre conforme al corazón de Dios?
En primer lugar, su prioridad era la presencia de Dios. También sabía lo importante que era para Dios la alabanza y la adoración por eso, una de las primeras cosas que él hizo cuando era rey fue buscar el arca del pacto. David sabía lo importante que era.

Y si nosotros queremos ser una iglesia conforme al corazón de Dios al igual que David nuestra prioridad debe ser la presencia del Señor.
Si nosotros queremos la presencia de Dios en nuestras vidas tenemos que disponer un lugar o un momento para que él se manifieste.

También debemos preparar nuestros corazones a su presencia y así como un hombre se prepara se arregla y se pone su mejor traje, se lava los dientes, se pone un perfume para estar con una niña que le gusta. Eso mismo debemos hacer con el Señor.

Declaremos nuestra posición en Cristo. Somos justos, salvos, perdonados, hijos de Dios.
Tenemos que confesar cualquier pecado en nuestras vidas que haya podido afectar nuestra relación con Dios. El salmo 15 dice “SEÑOR, ¿quién puede adorar en tu santuario? ¿Quién puede entrar a tu presencia en tu monte santo?

David conquistó el corazón de Dios fue porque la iglesia era su pasión.

David conquistó el corazón de Dios fue porque la iglesia era su pasión. David dijo: "una sola cosa le pido al Señor y es lo único que busco, habitar en la casa del Señor todos los días de mi vida para contemplar su hermosura y recrearme en su templo. “

También David daba ejemplo de ser un adorador. Él no se avergonzaba de saltar, de levantar sus manos, de aplaudir y no sólo eso sino, como rey él le daba ejemplo a toda la nación. David vestido con un manto de lino se puso a bailar ante el Señor con gran entusiasmo.

A partir de la muerte de Jesús ya no se necesita más los sacrificios de animales para cubrir o expiar nuestros pecados porque Cristo es el cordero de Dios que fue sacrificado una sola vez para siempre, todos nuestros pecados son perdonados.

Ahora somos declarados justos, por eso nuestro sacrificio ya no es el de los corderitos sino es un sacrificio de alabanza.” Ofrezcamos continuamente a Dios por medio de Jesús un sacrificio de alabanza.”


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